Lunes 23 de marzo
Lunes 4ª Semana de Cuaresma
LA NOVEDAD DE DIOS
"Mirad: voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva" (Is 65,17). Cuando Dios nos anuncia este cielo y esta tierra nueva, está ofreciendo una nueva creación, un mundo con una vida nueva y una alegría nuevas y unas criaturas renovadas por Dios, con una vida feliz y duradera (Is 65,18), es decir, con la vida eterna de Dios dentro de nosotros.
Dios comienza su nueva creación ya aquí abajo; nos da un amor nuevo, nuevo conocimiento de las cosas de Dios, una familia nueva: la familia de los hijos del Padre celestial.
Jesús se esforzó en mostrarnos que Él verdaderamente puede cambiarnos y renovarnos. Sus milagros son muestras de que el hombre viejo del pecado puede transformarse en un hombre nuevo desde la fe y según Dios. Nosotros creemos en Jesús más aún que en sus señales prodigiosas: "como no veáis signos portentosos, no creéis" (Jn 4,48). Nosotros creemos que Jesús todo lo hace nuevo.
Por medio de la fe en Jesús, el hijo del funcionario romano salió de su enfermedad y se sanó (Jn 4,50). Por la fe en Jesús, una nueva filiación nos invade, una nueva vida en Jesús y por Él... La vida de Dios dentro de nosotros llega, a veces, a trasformar nuestro cuerpo enfermo y a curarnos como al niño del evangelio.
Señor Jesús: creemos en tu poder transformativo y renovador. Deseamos, Señor, que en nuestras existencias débiles y heridas por el pecado, engendres la vida divina y nueva que Tú nos prometes. Amén.
“El Pan de la Palabra dánosle hoy” Ciclo A - Ceferino Santos S.J.