Lunes 18 de enero
SACRIFICIOS GRATOS A DIOS
No cualquier sacrificio resulta grato a Dios, si Él no lo pide o no lo desea. También los pecadores se sacrifican por obtener la meta de sus deseos inconfesables. El sacrificio verdaderamente agradable al Padre es el del Sumo Sacerdote Jesús, puesto "para ofrecer dones y sacrificios por los pecados" (Hb 5,1) de los hombres. Él, llevado a la consumación y a la muerte por nosotros, se ha convertido en Autor de salvación eterna para todos los que le obedecen" (Hb 5,9). El sacrificio valiosísimo de Jesús para expiar nuestros pecados aplaca al Padre y nos salva.
Los sacrificios de los hombres sólo son agradables a Dios y valiosos para la vida eterna, cuando van unidos al sacrificio redentor de Cristo, el Hijo amado del Padre. Una vida santa, unida a la de Jesús, es un sacrificio de alabanza grato a Dios, aunque se viva en consolación y gozo espiritual. Cuando vivimos en unión a Jesús, al Padre Le agrada que nos gocemos en Él. En cambio, un ayuno sin comunión con Jesús no resultaría grato a Dios: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos?" (Mc 2,19). Ya llegará la hora de ayunar cuando Cristo se oculte o se ausente.
La novedad de vida con Cristo es grata al Padre; el vino nuevo del Espíritu (Mc 2,22) agrada a Dios en los odres nuevos de nuestras vidas renovadas. Y nuestro sacrificio, unido al sacrificio nuevo de Cristo en la Cruz y en la Eucaristía, será ofrenda grata en la presencia de Dios.
"Todo sacrificio vuestro y todo acto bueno, unido a los de mi Hijo amado Jesús, tienen el perfume grato a Mí y el olor de suavidad del sacrificio de mi Hijo Jesús, vuestro Redentor. Esforzaos en poseer el buen olor de Cristo en vuestras vidas y el perfume de la obediencia y de la entrega generosa a Mí. Os acogeré como a hijos santificados y sellados por mi Espíritu con la imagen amada de mi Hijo Jesús".
Señor y Padre: recibe nuestros sacrificios y los de toda la humanidad, unidos a los de Cristo, tu Hijo, en su vida y en su Cruz. Transfórmalos en valiosos a tus ojos y acéptalos en olor de suavidad para la salvación de todos los hombres. Amén.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B - Ceferino Santos S.J.