Miércoles 20 de enero
EL SEÑOR ME HA LIBRADO
Cristo es poderoso protector en los peligros y gran triunfador sobre el mal. En Cristo tenemos nuestra victoria segura sobre el poder del mal. Gracias a Él el príncipe de este mundo es echado fuera. Cristo, como médico de los cuerpos y de las almas y como medicina bajada del cielo, es también rey victorioso sobre las enfermedades de todo tipo y triunfador sobre sus enemigos.
Al hombre con parálisis en un brazo (Mc 3,1) le manda extender su brazo; lo extendió y quedó restablecido (Mc 3,5). Cristo cura a este enfermo en sábado, día de descanso judío, porque Él vino para vencer al mal y a los defensores del pecado en los sábados, cada día y sin cesar. Si el sábado era el día del Señor para los judíos, como ahora lo es el domingo para los cristianos, es justo que el Señor nos muestre su salvación y nos libere de todo mal de modo especial en el día consagrado al Señor. Para los cristianos es el domingo un día consagrado para buscar el alivio, el descanso y la liberación de nuestro Dios.
Finalmente, Jesús, como "Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec" (Hb 7,17) y dado que su sacerdocio dura eternamente (Hb 7,14), es justo que interceda cada día y cada hora por nosotros los hombres. El sacerdocio de Cristo es inmensamente superior al sacerdocio levítico y ofrece un sacrificio de valor infinito al Padre de una vez para siempre.
Jesús, gracias por tu sacerdocio eterno, por tu eterna realeza y por tu eterno poder, porque haces para nosotros de cada día un "día de salvación", de liberación y de triunfo sobre nuestros enemigos. Deja que Te cantemos: "Me liberó, Él me liberó; yo lo alabaré por toda la eternidad".
"Confiad en Mí. Yo os seguiré liberando de vuestras inmovilidades y parálisis, de vuestros pecados y de vuestras divisiones y enfrentamientos cada día. Respetad mis domingos y acudid a mis Eucaristías. En ellas quiero libraros de vuestros males. Yo soy mayor que vuestro mal y vuestro pecado".
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B - Ceferino Santos S.J.