Miércoles 7 de abril
Miércoles de la Octava de Pascua
CAPACES DE RECONOCERLO
"Nosotros esperábamos que Él fuera el futuro libertador" (Lc 24,21), pero ahora ya no esperaban. Así discurrían los dos discípulos de Emaús sobre Cristo, porque estaban faltos de fe, de discernimiento y de esperanza. Por eso, cuando Jesús resucitado se pone a caminar con ellos, "sus ojos no eran capaces de reconocerlo" (Lc 24,16).
A Cristo resucitado no se le conoce sólo con los ojos de la razón y de la carne. Sin la fe en la resurrección, no descubrimos el rostro del Resucitado ni recordamos su voz. Nos habla, y no sabemos que es Jesús glorificado. Sin esperanza, recordamos a un Jesús histórico del pasado, a "un profeta poderoso en obras y en palabras ante Dios y ante el pueblo" (Lc 24,19), pero no reconocemos su presencia espiritual ni las obras maravillosas ni las palabras proféticas de Cristo aquí y ahora. Sin esperanza en Jesús resucitado y sin discernimiento, tampoco esperaremos que Él realice obras grandes y, si las hace, no descubriremos que es Jesús quien actúa, como cuando por medio de Pedro curó al lisiado de nacimiento (Hch 3,2-7).
Sin discernimiento y luz espiritual tampoco descubriremos las señales del Resucitado que está vivo. No creeremos en la aparición de unos ángeles que anuncian que Jesús mismo está vivo (Lc 24,23) y resucitado. No entenderemos el testimonio de los apóstoles ni las profecías que anuncian a Cristo resucitado (Lc 24,24-25) si no tenemos el discernimiento que viene de lo alto.
Pero, cuando hablando con Cristo y meditando las Escrituras, comience a "arder nuestro corazón" (Lc 24,32), desde el amor comenzaremos a reconocer a Cristo. Cuando Cristo, al partir el pan de su Cuerpo, nos lo entregue, si lo recibimos con amor y con fe, lo reconoceremos vivo, resucitado, cercano. Y le diremos con el canto:
Te conocimos, Señor, al partir el pan;
Tú nos conoces, Señor, al partir el pan.
Ayúdanos, Jesús, a crecer en la fe, en la esperanza, en el discernimiento y en el amor para reconocerte a Ti, Señor resucitado, en todos los caminos de nuestra vida. Que acertemos a discernir tus acciones poderosas, hechas en tu nombre para nuestra salvación.
"Pedidme crecer en el amor para que sepáis distinguir lo verdadero, lo bueno, lo justo y lo agradable a mis ojos. Pedidme discernimiento para conocerme mejor y esperanza ardiente para caminar sin desfallecer hasta el gozo interminable Conmigo".
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B - Ceferino Santos S.J.