Miércoles 30 de noviembre
San Andrés Apóstol
HABLAR DE CRISTO
El profeta tiene como oficio hablar de Dios y trasmitir sus mensajes, que pueden manifestarse con palabras y con obras. Daniel habló de Dios, pero Dios también habló con obras protegiéndolo en el foso de los leones de sus fauces y sus garras. Dios habló de sí mismo con obras, al cerrar la boca de las fieras. Y cuando suceden las maravillas de Dios, el profeta tiene que proclamarlas.
Cuando Cristo invita a Pedro y a su hermano Andrés a que le sigan, les promete: "Os haré pescadores de hombres" (Mt 4,19). Para esta pesca nueva Pedro y Andrés necesitarán el cebo de la Buena Noticia de Jesús, a quien tendrán que anunciar. En el Nuevo Testamento además de hablar de Dios, los enviados tendrán que anunciar a Cristo, a sus hechos maravillosos y a sus victorias.
El mensaje que engendra la fe consiste en hablar de Cristo (Rm 10,17). El mensaje salvífico consiste en anunciar al Ungido con el Espíritu Santo de Dios. San Andrés empezó pronto a anunciar al Mesías, comenzando por su propio hermano Pedro: "Hemos encontrado al Ungido de Dios" (Jn 1,41). El anuncio de Jesús por Andrés preparó la aceptación y la fe de Cristo por Pedro. Este fue su oficio principal de apóstol: proclamar la salvación de Cristo hasta la India. Y éste es el oficio de los mensajeros de Dios: anunciar la grandeza, la divinidad, el amor, la salvación, el perdón, la salud, el Espíritu de vida, la verdad que está en Cristo Jesús, y sus victorias sobre la Babilonia del pecado. Desde ahora, la victoria, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios. Y el enviado de Cristo tiene que dar a conocer estas buenas noticias.
Padre: Danos evangelizadores, como Andrés, que anuncien a tu Hijo Jesús, que Le invoquen como Señor y Salvador, que lleven la fe a los que reciben en su corazón el anuncio de Jesús. Concédenos corazones dóciles para aceptar tu mensaje.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo C - Ceferino Santos S.J.