Domingo 22 de enero
Domingo 3º del Tiempo Ordinario
LA UNIDAD CRISTIANA
Unidad cristiana es la integración indivisible de los creyentes, que se fundamenta en Cristo, Cabeza de todo el cuerpo eclesial y Señor. La unidad cristiana es un gran don del Señor para su Iglesia, que a lo largo de los siglos Satanás trata de romper.
Necesitamos el Espíritu divino de unidad entre el Padre y el Hijo para ser uno entre nosotros y con Cristo. La unidad cristiana no se construye con fuerzas humanas. La unidad de los creyentes en Cristo exige mucha muerte a nosotros mismos, a nuestro sentir y querer, hasta llegar a tener el mismo pensar y sentir de Cristo (1 Co 1,10b). "Poneos de acuerdo en nombre de nuestro Señor Jesucristo y no andéis divididos" (1 Co 1,10a), nos exhorta San Pablo.
Cristo no puede estar dividido (1 Co 1,13). Tenemos que estar unidos a Cristo -personal y comunitariamente- en una única fe. Tenemos que vivir unidos a Cristo, única Verdad. Tenemos que vivir unidos a Cristo en su cruz, para que ésta no pierda su eficacia (1 Co 1,17).
La predicación de Cristo se centró en una palabra clave: "Convertíos" (Mt 4,17). Y una de las grandes conversiones que Cristo pide es pasar de la desunión y las divisiones a la unidad en Cristo Jesús. Él inició esta unidad convocando a los apóstoles y discípulos en torno a su Persona (Mt 4,19: "Venid y seguid me"). No se puede dar unidad sin conversión. "No hay verdadero ecumenismo sin conversión interior", tanto personal como comunitaria (Que sean uno, # 15).
Cuando al pueblo, que habita en las sombras de la dispersión cristiana, le brille la gran luz de la unidad (Is 9,2), sentirán el gozo creciente de ser pueblo unido en el Señor. Todos tenemos aspectos positivos y dones buenos -naturales y sobrenaturales- que pueden fomentar la unidad. Valorémoslos y antepongámoslos a los antivalores (envidias, discusiones, celos), que rompen la unidad.
Pidamos insistentemente el Espíritu que hace la unión con Cristo y con los hermanos y dispersa el espíritu de discordia, de mentira, de odio y enfrentamientos, que -ayer y hoy dividió y divide a los cristianos, llamados a ser un solo Cuerpo de Cristo Jesús.
“El Pan de la Palabra dánosle hoy” Ciclo A - Ceferino Santos S.J.