Martes 23 de mayo
Martes 7ª Semana de Pascua
FORZADO POR EL ESPÍRITU
El Espíritu de Dios quiere llevarnos y guiarnos con su sabiduría y su poder. A San Pablo lo condujo a servir al Señor con humildad, con pruebas y dificultades (Hch 20,19) y a evangelizar a griegos y judíos para que se convirtiesen y creyesen en el Señor Jesús (Hch 20,21). Ahora, Pablo "forzado por el Espíritu" se dirige a Jerusalén (Hch 20,22). No se guía Pablo por sus preferencias y caprichos, sino por la obediencia al Espíritu Santo. Este le lleva a exponer "enteramente el plan de Dios" (Hch 20,27). ¡Benditos los hombres y mujeres guiados y forzados en sus caminos por el Espíritu de Dios! ¡Bendito sea el Espíritu Santo que se digna acercarse a nosotros para darnos su guía y dirección!
Cristo es el gran modelo de los ungidos y guiados por el Espíritu de Dios. Él le condujo al desierto (Lc 4,1); Él le guió a Galilea (Lc 4,14) y el Espíritu le revela que ya "ha llegado la hora" (Jn 17,2) de glorificar al Padre realizando la obra que el Padre le encomendó (Jn 17,4). Jesús manifestará en nosotros su gloria (Jn 17,10) por el poder del Espíritu y, gracias a ese poder, se va con su Padre para estar siempre con Él en su gloria (Jn 17,11).
María también es conducida de modo maravilloso por el Espíritu Santo en el momento de la encarnación de su Hijo, en la visitación a su prima Santa Isabel y en toda su vida. María, guiada por el Espíritu, sigue actuando de modo discreto y oculto, pero eficacísimo, en la Iglesia y en el mundo. Son las almas sometidas al Espíritu las que advierten en sus vidas la actividad maravillosa de María con el Espíritu de Dios.
Espíritu Santo: guíanos siempre y en cada momento hasta que nos lleves a estar contigo en la Casa del Padre.
Haznos dóciles, como María y como San Pablo, a tus impulsos e inspiraciones y a las mociones que Tú pongas en nuestra mente y en nuestro corazón.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo A - Ceferino Santos S.J.