Sábado 23 de septiembre
Sábado de la 24ª Semana
LA UNIDAD DEL AMOR
Estamos llamados a ser un solo Cuerpo y un solo Espíritu; sin embargo, el Cuerpo de Cristo, su Iglesia, está roto por nuestras divisiones. Decimos que amamos a Cristo, el único Señor, "el bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, el único poseedor de la inmortalidad" (1 Tm 6,15-16); pero no amamos a los que Él ama y llama miembros suyos. Con esta conducta herimos a Cristo en la persona de nuestros hermanos.
En el cielo, Dios convocará a todos sus fieles en una única mesa, en un único cuerpo y en un único Espíritu. Allí ya no habrá divisiones ni Iglesias desunidas, como ahora.
Aquí abajo, hemos de esforzarnos para estar unidos en la acogida de la Palabra de Dios "con corazón noble y generoso" (Lc 8,15). Así seremos uno en su Palabra, que crecerá en nosotros y dará frutos abundantes de unidad.
Padre bueno, ¿no podríamos comenzar el cielo gozoso de la unidad ya aquí abajo? Haznos un pueblo unido en la fe y en el Amor. Señor: que tu semilla de unidad germine en nosotros, sin que el diablo se la lleve (Lc 8,13) y que dé frutos abundantes de unidad y de amor. Amén.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo A - Ceferino Santos S.J.