Sábado 18 de noviembre
Sábado de la 32ª Semana
DIOS ¿LES DARÁ LARGAS?
Dios no se retrasa; todo sucede a su hora y a su momento, porque el Señor no tiene retrasos ni nos da largas (Lc 18,7). Si Dios nunca llega tarde; tal vez seamos nosotros los que nos retrasamos. ¿No nos retrasamos en la oración y le damos largas para otro momento, que no llega? En cambio, el Señor quiere que "oremos siempre sin desanimarnos (Lc 18,1). Aunque pensemos que Dios retrasa su respuesta, como el juez del evangelio que no escuchaba a la viuda que le pedía justicia (Lc 18,3-4), sin embargo, nosotros hemos de seguir orando "día y noche" (Lc 18,7), sin cesar. A los que oran así Cristo les asegura: "Os digo que Dios les hará justicia sin tardar" (Lc 18,8), con tal de que encuentre fe en la tierra.
Dios no retrasa sus respuestas; escucha los gritos de su pueblo, Israel, esclavizado en Egipto, y envía su Palabra todopoderosa, que se abalanza como paladín inexorable sobre el pueblo opresor (Sb 18,15). Responde Dios a Israel, sacándolo de Egipto, ayudándole a cruzar el Mar Rojo, "convertido en camino practicable" (Sb 19,7). Israel creyó en Dios y experimentó su respuesta poderosa: "iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos" (Sb 19,8). Hemos de acoger diligentemente las respuestas maravillosas de Dios sin darle largas (Lc 18,7).
Padre todopoderoso: haznos incansables en la oración constante; prontos en la respuesta a tus maravillas; diligentes para cumplir tu voluntad y servir a los hermanos. ¡Que María la siempre pronta y obediente para hacer tu voluntad, interceda por nosotros "noche y día" para que seamos siervos e hijos tuyos entregados y diligentes! Amén.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo A - Ceferino Santos S.J.