Viernes 23 de agosto
Viernes de la 20ª Semana
DEL SENO DEL PADRE AL DE MARÍA
Rut decía a su suegra, Noemí: "Donde tú vivas, yo viviré" (Rt 1,16). Es una buena base para que la repitamos los que queremos vivir con Cristo y ser sus servidores. Donde tú vayas, yo iré; donde tú vivas, yo viviré". Pero, ¿dónde vive Cristo?
El Engendrado, no creado, vive en el seno del Padre antes de todos los siglos; mora en el Padre desde siempre y para siempre en el abrazo eterno del Espíritu Santo de Amor. Allí le adoramos, le amamos y vivimos espiritualmente con Él desde antes de todos los siglos y para siempre.
El Verbo o Palabra eterna del Padre, por amor a los hombres, baja en el tiempo del Seno del Padre al seno virginal de María por obra del Espíritu Santo, y allí vive Jesús nueve meses. ¡Qué humilde maravilla esos meses de Jesús en el Seno de María! Ahí tendremos que encontrar también a Jesús, para que el Espíritu Santo pueda transformarnos en hijos adoptivos de Dios a imagen de Jesús ... 'Donde Tú vivas, yo viviré'. Jesús vive en el corazón que ama a Dios y al hermano (Mi 22,37)
Jesús en su humildad no se opone a bajar a vivir en el pesebre de nuestro corazón. En el seno de María recorrió los 182 Km. que dista Nazaret de Belén. Y todo para nacer en un pesebre pobre y con amor. Y desde entonces Cristo no rehuye renacer en el pesebre del corazón humano que Le reciba con fe y con amor. ¡Qué San José prepare nuestro corazón para que Cristo more en él!
Cristo por salvarnos no rechaza venir a vivir a los huesos muertos de los hombres, a donde envía su Espíritu a que los vivifique, los revista de carne, los ponga en pie y les dé un espíritu nuevo (Ez 37,13), dispuesto a amar y servir a Dios. Cristo vive en sus discípulos, Ahí le podemos encontrar también.
Belén, presencia de Cristo, se ha continuado por el amor de Jesús, en la Eucaristía y en los Sagrarios. Ahí el Hombre Dios se ha escondido, para que humildes pastores, reyes y sabios, niños y grandes vayamos a adorarlo: ¡Cristo nos ha nacido! ¡Venid adoremos! La oblación hecha por Cristo al entrar en el mundo de una vez para siempre (Hb 10,10) y en virtud de la cual somos santificados, se continúa en cada Eucaristía y en cada Sagrario.
Cada Misa es una nueva navidad, donde Cristo nace por nosotros. Y es un nuevo Calvario, donde Cristo se ofrenda de una vez para siempre. Jesús: en cada Eucaristía y en cada sagrario vives Tú y allí podemos encontrarte.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo C (Ceferino Santos S.J.)