Domingo 7 de julio
Domingo de la 14ª Semana
GOZO POR LAS OBRAS DE DIOS
Las obras de Dios son magníficas, tanto las realizaciones de la creación cósmica como las obras de restauración y salvación del género humano. Dios vio que todo lo que había hecho era bueno y se regocijó. Y nosotros nos gozamos de las grandezas del Señor y proclamamos sus maravillas.
Isaías se gozaba con la Jerusalén restaurada porque estaba llena de alegría y sus moradores ya no tenían que llevar luto por ella (Is 60,10). "La mano de Dios se manifestaba en sus siervos" (Is 66,14) y se gozaban en las maravillas que Dios había hecho.
Nos alegramos porque por la actuación de Dios Satanás es arrojado fuera, nuestros nombres son inscritos en el cielo (Lc 10,20) y Cristo triunfa sobre el mal.
Nos alegramos por los frutos de la redención: la paz, la misericordia, la gracia de Jesús que está con nuestro espíritu (Ga 6,16.18), y por la nueva criatura (Ga 6,15) nacida de Dios.
Nos alegramos con los participantes en retiros y asambleas, proclaman que Jesús es nuestra salvación y nuestro gozo y se ponen a disposición del Señor para ser enviados como obreros a su mies (Lc 10,2).
Nos gozamos por el poder de convocatoria que Cristo conserva hoy, cuando reúne en la fe y en el amor a sus hijos y les muestra la grandeza de su divinidad. Pero también nos gloriamos de las marcas de Jesús (Ga 6,17) y de sus llagas redentoras y de su cruz gloriosa, por la que Jesús redimió al mundo, dio muerte a nuestro hombre viejo y nació la nueva creatura según Dios, llena de su gozo, porque experimenta las maravillas de la salvación de Dios.
"Las obras de tus manos son nuestro gozo, Señor".
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo C (Ceferino Santos S.J.)