Domingo 26 de noviembre
Jesucristo, Rey universal
Domingo 34º del T.O.
REINADO UNIVERSAL Y ETERNO
La afirmación de San Pablo es apodíctica: "Cristo tiene que reinar, hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies" (1 Co 15,25). Todo lo que no está sometido a Cristo como Rey universal, pertenece al reino de Satanás y del pecado. El que no está Conmigo, -dice Cristo-, está contra Mí" (Mt 12,30). De aquí, la importancia de someter y consagrar todas las cosas a Cristo y recapitularlas en Él.
Hemos de consagrar y someter a Cristo "sus ovejas perdidas, entregarle las descarnadas, las heridas y las enfermas, y también las fuertes (Ez 34,16), para que todas sean agrupadas y reunidas en el Reino del buen Pastor y vivan la vida sana y plena de Jesús.
El reino de Jesús ha de extenderse a todos los lugares de la tierra; hasta las bolsas humanas de hambrientos y sedientos, donde Cristo, que tantas veces pasó hambre y sed en el desierto y en la cruz, quiere reinar con la justicia, el bienestar y la paz. Cristo quiere ser rey de todos los hambrientos, sedientos y despojados (Mt 25,35), que serán saciados en su Reino. Cristo, forastero en Egipto, en la tierra de Tiro y de Sidón, y en su propia patria y en nuestro mundo, desterrado de su patria celeste, quiere ser Rey y señor de los emigrantes y desterrados. Cristo, desnudo en la Cruz, quiere ser rey de los despojados de este mundo. Él, que fue encarcelado y experimentó la muerte, quiere reinar sobre los enfermos y encarcelados.
Cristo, primicia de los que han muerto (1 Co 15,20), quiere ser rey de todos los que mueren y hacer que vuelvan a la vida de su Reino (1 Co 15,22). Finalmente, debe reinar Cristo sobre todos sus enemigos, sobre Satanás, el pecado y la muerte, hasta convertirlos en estrado de sus pies (1 Co 15,25).
El Reinado de Cristo es universal. Por eso se extenderá también con poder sobre todos los hombres glorificados y sobre los ángeles, y Dios entonces lo será todo en todos (1 Co 15,28) y para siempre.
Mientras llega esa hora, haznos, Señor, combatientes y colaboradores de tu Reino, enfrentados a Satanás y al pecado y heraldos de tu Reinado glorioso y universal. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor; tu Reino de santidad y de verdad, de justicia, de amor y de paz! Amén.
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo A - Ceferino Santos S.J.