Jueves 3 de diciembre
Jueves 1ª Semana de Adviento
EDIFICAR SOBRE ROCA
Edificar la vida de fe sólo sobre sentimientos y palabras bonitas es edificar sobre arena (Mt 7,26). Decir: "Señor, Señor" (Mt 7,21a) resulta fácil; ser del Señor y cumplir la voluntad del Padre del cielo (Mt 7,21b) es más dificultoso.
No basta escuchar con gusto las palabras de Jesús; se nos exige ponerlas en práctica. No basta decirse discípulos de Cristo; lo importante es serlo en la conducta, en la vida y en las obras. María fue la verdadera discípula de Jesús, que encarnó su Palabra y vivió sólo para ella. Por eso, María es casa firme de Dios, edificada en oro purísimo sobre roca (Mt 7,25), que resiste los ataques de las pruebas sin flaquear nunca ni en la fe ni en el amor. María es la mujer que estará al pie de la cruz de su Hijo sin desfallecer. El Señor fue su Roca perpetua (Is 26,4), que por ser inconmovible, no falla jamás.
En Dios podemos confiar y apoyarnos también nosotros. Lo que no se cimienta sobre Dios, se edifica sobre arena y se hunde. Cuando confiamos en Dios, nuestro ánimo se mantiene firme y está en la paz del Señor (Is 26,3). Dios es el que nos protege para que seamos templo de Dios y morada del espíritu, edificados sobre el cimiento que es Cristo. "Si yo confío en el Señor, no me va a fallar..."
En María Inmaculada tenemos el modelo de la que es (y no sólo se dice) "Casa de Dios", morada de oro, templo del Espíritu. María, Madre nuestra, intercede por tus hijos para que seamos en la vida y en las obras templo de Dios contigo. Que cuando vengan las lluvias de las dificultades, se desborden los ríos de las oposiciones y sople el viento de la tentación (Mt 7,27) nos apoyemos en la roca firme de Jesús, tu Hijo, y no en las arenas movedizas de la afectividad y de la carne débil y enferma.
Santa María, ayúdanos para que no edifiquemos sobre arena, sino sobre la Roca firme de la verdad, que es Jesús, tu divino Hijo. Amén.
“El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo A - Ceferino Santos S.J.