Miércoles 13 de junio
Miércoles de la 10ª Semana
LOS DONES VIENEN DE DIOS
Si Dios derramó en los profetas del Antiguo Testamento sus dones milagrosos y proféticos, como sucedió en Elías, que hizo bajar fuego del cielo sobre su ofrenda (1 R 18,38), con cuánta más razón, los mensajeros del Nuevo Testamento deberán acoger y usar los dones gratuitos de Dios para extender su Reinado.
Cristo no ha venido para abolir la ley y los dones antiguos, sino para darles plenitud (Mt 5,17). Sólo aceptando con humildad los dones y las palabras del Señor, podremos ser grandes en el Reino de los cielos (Mt 5,10). Cristo necesita en este comienzo de un nuevo milenio, hombres y mujeres abiertos a los dones de Dios y a su Espíritu, dóciles a sus inspiraciones y capaces de realizar las grandes obras de la salvación de los hombres.
Concédenos, Señor Jesús, dones y fe para curar enfermos, resucitar muertos a la vida y a la gracia, limpiar leprosos del alma y del cuerpo y echar demonios, que impiden tu triunfo entre los hombres. Enséñanos a usar tus carismas.
"Yo os envío al mundo para que seáis mis mensajeros, servidores y testigos. Escuchad el grito de dolor de los hombres y sus llamadas de socorro. Ofrecedles los dones de la tierra y los del cielo, que les alivien. Entregaos a vuestros hermanos por amor, hasta dar vuestras vidas por ellos".
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B - Ceferino Santos S.J.