Hermanos del CAN

Lleva 32 años en la Renovación, es la responsable del Ministerio Nacional de Alabanza, servidora en su grupo (San Agustín, en Aljaraque, Huelva) y miembro del equipo diocesano. Considera que en nuestros días estamos viendo que la Renovación de verdad ayuda a renovar la Iglesia.

"Surgen Seminarios de Vida y grupos de alabanza por todos lados y desde distintas realidades. La RCCE puede aportar su experiencia, porque llevamos años madurando a la luz del Espíritu este don de la alabanza, la intercesión y la adoración". Advierte que todo eso debería llevar a tener comunidades fuertes, porque, de lo contrario, "terminará diluyéndose como tantas cosas por el afán de consumir y de inmediatez". Los grupos carismáticos, dice, pueden aportar continuidad y crecimiento "y ayudan a canalizar este desbordamiento del Espíritu".

Lleva 41 años en la Renovación y participa en el grupo Abba de Aranjuez (Madrid). Es el actual coordinador de las provincias de Zona Centro (que cubre las diócesis de Madrid, Alcalá, Getafe, Toledo, Albacete, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara). En el pasado, fue miembro del Equipo Nacional y de la Comisión Permanente.

Está convencido de que "la RCCE debe ser una fuerza evangelizadora en la Iglesia, ayudando a hacer presente y real la gracia renovadora del Espíritu Santo que sigue actuando con poder y fuerza en los confusos tiempos actuales, como lo hizo en la Iglesia primitiva".

Lleva 16 años en la Renovación y, como Nacho, participa en el grupo Abba de Aranjuez. Ha participado en el Ministerio Nacional de Jóvenes y ha sido responsable del Ministerio Nacional de Niños, además de servidora de grupo. Considera que lo que la Renovación ha de aportar en esta época es "experiencia, testimonio y confirmación de la presencia Viva del Espíritu Santo como forma de vida del cristiano".

Nació en Galicia hace 31 años, en una familia carismática bien conocida por su servicio a la Renovación, así que dice que está en la RCC desde que nació. Actualmente vive en Alcorcón (Madrid) y participa en el grupo Teruah. Es la actual responsable del Ministerio Nacional de Jóvenes.

En esta época, considera que la Renovación "está llamada a ofrecer nuevos espacios donde cualquier persona, sin condicionantes, se pueda encontrar con un Dios vivo que actúa hoy, que puede rescatar cualquier vida". la Renovación también debería "facilitar cauces" para que quienes tengan esta experiencia aprendan a vivirla en su día a día, con el Espíritu Santo.

Lleva 15 años en la Renovación y participa en el grupo Rey de Reyes de Azuqueca de Henares (Guadalajara), en sus ministerios de alabanza y de intercesión. También ha sido servidora de grupo y coordinadora diocesana de Guadalajara. Además, forma parte de un equipo que imparte seminarios de vida en el Espíritu en formato de fin de semana. Y es también la responsable del Servicio Nacional de la Renovación para sacerdotes, "en un equipo con el padre Eduardo Toraño y mi marido, Jose Belmonte".

Para nuestra época, cree que la Renovación tiene que promover en la Iglesia "la amistad con el Espíritu Santo", lo que aporta muchas riquezas: "conciencia de su presencia, unión, escucha y confidencialidad, apertura y docilidad, guía y libertad, salida de uno mismo y vida en alabanza, ¡vida nueva!", enumera.

Lleva en Renovación Carismática desde 1990, y participa en el grupo Nueva Jerusalén, en Valencia. Sabe lo que es ser coordinador de grupo, coordinador diocesano y también regional. Tiene claro lo que la Renovación debe aportar a la Iglesia en nuestros días: "La alegría de la fe vivida en comunidad, como fruto del encuentro personal con Dios y la apertura al Espíritu Santo".